La
alimentación
y la nutrición
son dos conceptos bastante
relacionados pero diferentes. Podemos decir que los alimentos son la fuente de
los nutrientes. El hombre, para su supervivencia, necesita consumir alimentos,
desde los más simples hasta los que se presentan en los menús más elaborados.
Concepto de alimento
Según
el Código Alimentario Español, nuestra
Biblia, un alimento es «toda aquella sustancia o producto de
cualquier naturaleza, sólido o líquido, natural o transformado, que por sus
características, aplicaciones, componentes, preparación y estado de
conservación sea susceptible de ser habitual e idóneamente utilizado:
Ø
Para la normal nutrición humana.
Ø
Como fruitivo.
Ø
Como producto dietético, en casos
especiales de alimentación humana».
La
alimentación es el proceso de elección, preparación e
ingesta de los alimentos. Al ser un proceso voluntario y consciente, la calidad
del mismo dependerá de factores educacionales, económicos y culturales.
Los
alimentos, en definitiva, son almacenes dinámicos de nutrientes que una vez
ingeridos aportan:
ü
Materiales
a partir de los cuales el organismo puede producir movimiento, calor o
cualquier otra forma de energía.
ü
Materiales
para el crecimiento, la
reparación de los tejidos y la reproducción.
Tipos
de alimentos
Podemos
dividir los alimentos en dos grupos:
Ø
Simples: aquellos que están constituidos por un
solo tipo de nutriente, por ejemplo, la sal o el aceite de oliva.
Ø
Compuestos: aquellos que están constituidos por varios
tipos de nutrientes. En este grupo se incluyen la inmensa mayoría de los
alimentos.
Clasificación
de los alimentos
Los
alimentos se clasifican en base a la Rueda
de los Alimentos. En ella podemos distinguir los grupos siguientes:
1 Leche y
derivados. Son alimentos
en los que predominan las proteínas. Se
consideran alimentos reparadores puesto
que proporcionan los elementos necesarios
para el crecimiento y renovación del
organismo.
2.
Carnes,
pescados y huevos. Al
igual que en los anteriores predominan las proteínas.
3. Legumbres,
frutos secos y patatas. Son
alimentos que proporcionan energía, además
de elementos básicos para el
crecimiento del organismo, así como aquellos necesarios
para regular ciertas
reacciones químicas que se producen en las células. Predominan los
glúcidos,
pero también presentan cierta cantidad de proteínas, vitaminas y minerales.
4.
Hortalizas. Al predominar en ellos las vitaminas y
minerales se trata de alimentos
con función reguladora de reacciones químicas.
5. Frutas. Poseen las mismas características que las
hortalizas, además de un cierto
efecto energético, por su contenido en
carbohidratos.
6.
Cereales
y pan. Se trata de
alimentos energéticos donde predominan los glúcidos.
7.
Mantecas
y aceites. Al igual que
los cereales se trata de alimentos energéticos pero
la diferencia radica en que
en este grupo predominan los lípidos.
Nutrientes
Los
nutrientes son sustancias químicas, contenidas en los
alimentos, que necesita el organismo para realizar las funciones vitales. Para
extraer estos nutrientes de los alimentos se lleva a cabo la nutrición, que el Código Alimentario Español define como:
«El
conjunto de procesos fisiológicos mediante los cuales el organismo se aprovecha
de las sustancias contenidas en los alimentos, para incorporarlas a sus propios
órganos y tejidos».
Por
lo tanto, podemos decir que la nutrición es involuntaria, que comienza por la
digestión y sigue con la absorción y el transporte de esos nutrientes hasta los
tejidos y órganos.
Funciones
de los nutrientes
Podemos
resumir las funciones de los nutrientes en cuatro grandes grupos:
Energéticas. El organismo necesita energía para su
funcionamiento interno, esto es, para que sigan ocurriendo todos los procesos
fisiológicos, desde las reacciones químicas hasta el movimiento del aparato
digestivo o el mantenimiento del pulso cardíaco. Pero también necesita energía
para el mantenimiento de la temperatura corporal y para el propio movimiento o
trabajo físico.
Formación
de otros compuestos. Algunos
nutrientes se transforman en otras sustancias también necesarias para el
funcionamiento orgánico, como por ejemplo, los ácidos biliares que sirven para
ayudar a digerir las grasas.
Estructurales. También llamadas plásticas, por su
capacidad para formar tejidos, como algunos minerales que forman parte del
tejido óseo o como las proteínas que forman los músculos.
Almacenamiento. El organismo almacena algunos nutrientes
sin modificarlos y otros, sufriendo una transformación química. Los ejemplos
más conocidos los constituyen las grasas y el glucógeno.
Tipos
de nutrientes
Químicamente hablando: Podemos dividir los nutrientes en cinco
grandes grupos
ü
Glúcidos o hidratos de carbono.
ü
Proteínas o prótidos.
ü
Lípidos o grasas.
ü
Minerales.
ü
Vitaminas.
A
su vez, podemos dividir este grupo en:
Macronutrientes: engloba a los glúcidos, proteínas y lípidos. También
se denominan principios inmediatos.
Micronutrientes: son sustancias imprescindibles para la
vida, aunque sus necesidades se midan a veces en cantidades muy pequeñas
(milésimas o partes por millón). Pertenecen a este grupo los minerales
y las vitaminas. Hoy en día ya no se usa el término oligoelemento,
para clasificar a los minerales, se prefiere hablar de elementos mayoritarios (calcio, fósforo, magnesio, cloro, sodio y
potasio), elementos traza (hierro, flúor,
zinc, cobre, selenio, yodo y manganeso), y elementos
ultratraza (molibdeno, vanadio, níquel, cromo, cobalto, silicio, estaño,
boro, antimonio, arsénico, bromo, litio). Aunque, conforme avanzan las
investigaciones médicas, esta lista se va ampliando constantemente.
Energéticamente hablando:
Energéticos: Son los que el organismo puede transformar
en energía, aunque además también puedan tener otras funciones. A este grupo
pertenecen los hidratos de carbono,
las grasas
y, en menor grado, las proteínas. Siempre serán utilizados en primer lugar para
la obtención de energía los hidratos de carbono y las grasas.
No
energéticos: Minerales y vitaminas. Nunca se pueden transformar en energía,
aunque la presencia de alguno de ellos (vitamina B1, magnesio, etc.) sea necesaria para la transformación
en energía de los nutrientes energéticos.
También
podemos clasificar a cada uno de los nutrientes, como esenciales
o no
esenciales, dependiendo de si
el organismo es capaz de sintetizarlos a partir de otras sustancias o necesita de
su ingestión diaria.
Para
no entrar en clasificaciones complejas, podemos decir que todos los
minerales y todas las vitaminas (a
excepción de la D3,
K y niacina) son nutrientes esenciales,
por lo tanto, debemos ingerirlos
mediante la alimentación o mediante la suplementación diaria.